sábado, 7 de abril de 2012

Vuelve Pilonius Orquesta en vivo en Montevideo




Desde noviembre del año pasado que no tocan en los escenarios montevideanos y el jueves 12 de abril, a las 22hs, Pilonius Orquesta presenta en Café La Diaria "Pasajero olvidado en Siberia y otros poemas marcianos". Acerca de este asunto quisimos hablar con Domador, cantante y guitarrista de la banda.
A continuación transcribimos íntegramente lo que fue el encuentro y nos disculpamos por algunos comentarios fuera de tono.
Saludos, 
La Gente del Blog.


-"Siberia", "Pasajero del Olvido", "Poemario Marciano" y ahora "Pasajero olvidado en Siberia y otros poemas marcianos". ¿Adónde va esto?
-No podría decírselo. ¿Por qué no me pregunta del concierto, mejor?
-Y de eso le hablo, ¿no anuncian que presentan un show llamado así?
-Muy cierto.
-¿Y?
-Y que unos días después,  el 18 de abril, vamos a estar en el Museo Gurvich, inaugurando la muestra "El temor del robot" de Virginia Patrone, y en la que invitaron a toda la orquesta a colaborar con la música y a mí también con los videos. ¿Pero quiere hablar de eso o del concierto del jueves 12 en Café La Diaria?
-¿Usted esquiva las preguntas, o es alguna especie de juego?
-No se enoje, es sólo que no creo que nosotros queramos decir adónde va esto. No podríamos explicarlo, apenas sabemos hacer música entorno a esto, somos sólo una banda de rock.
-¿Por qué tanto tiempo sin tocar en Montevideo?
-En el concierto del jueves 12 vamos a cantar algunas canciones compuestas por poemas que integran el poemario de Virginia Patrone que lleva el mismo nombre que la muestra. ¿Eso se lo dije?
-No. Pero sí recuerdo que cuando tocaron en La Experimental de Malvín, hace casi un año, hablaron del "Poemario marciano", ¿tiene algo que ver?
-Claro, si, por supuesto, un poemario es el reflejo del otro.Y acerca de la pregunta anterior, después de los toques que habíamos hecho había un gran entusiasmo y ahí fue que el manager empezó a trabajar con nosotros. Fuimos a tocar a Punta del Este, se empezó a hablar de una invitación a tocar a Buenos Aires, Pelotas y Florianópolis, ¡se habló de estrategia! De que mejor tocar acá, que allá, que tal fecha mejor que tal otra, se empezó a planear la gira por interior, un productor para el disco, pero bueno, después pasó lo que pasó.
-¿Qué pasó?
-Lo que le contaba hace un momento, cuando me invitó usted el café, lo del accidente.
-¿Puede repetirlo, ahora que estoy grabando?
-No tiene interés, ahora. ¿No puede preguntarme acerca del repertorio del jueves 12, mejor?
-Vengo intentando hacer una entrevista lo más ordenadamente posible, pero la verdad es que usted entrevera un poco. Va de un lado a otro.
-Bueno, no sería raro, de eso mismo trata "Pasajero del olvido", el concepto en el que venimos trabajando desde hace tiempo.
-Por lo que me contaba antes me hizo acordar a "Rayuela" de Cortázar.
-¡Qué cosas más graciosas dice usted! No, no, más bien como una obra de teatro en la que en cada función se descartan las escenas más viejas, se incorporaban algunas nuevas, y el conjunto resultante se re-ordena de manera distinta, en función de las transformaciones que le sugiere la realidad a la que afecta y por la que es afectada, transformando cada escena a sí misma, a los personajes y al conjunto. Y dejando material como evidencia en el proceso (discos, videos, conciertos, afiches, fotos, textos, etc.).
-Suena muy interesante, pero la verdad que no lo sigo del todo.
-Peor para usted. Piense que es como un cúmulo de ideas abriéndose paso entre la materia. Un ejercicio cuántico.
-No, peor para usted, debería saberlo. Así como no lo sigo yo no lo debe seguir mucha gente.
-No tiene nada de novedoso lo que le estoy hablando, los renacentistas ya lo implementaban. Usaban al arte y la ficción para abrirse paso entre la realidad, abriendo puertas científicas, y viceversa.
-Suena interesante, pero si quiere saber mi opinión, también suena delirante y entreverado, no creo que los renacentistas lo pensaran en esos términos.
-Yo tampoco, claro que no lo pensaban, lo hacían. Pero da igual, si usted conectara con nuestra música esta charla sobraría y nos evitaríamos el papelón.
-¿Y cómo sabe que no conecto?
-Óigame bien, ¿y por qué no debería de estar todo entreverado? A lo mejor está ahí mismo el asunto, ¿no le parece?
-La verdad que no.
-¿Porqué no se va un poquito a cagar?
-No lo voy a tomar a pecho lo que me acaba de decir, pero no me pida que le pague el café si me sigue insultando.
-Usted es un extorsionista, el café forma parte del contrato verbal que tuvimos.
-Lo mandaría a cagar yo a usted, ahora, pero no pienso caer en la misma vulgaridad.
-Haga como quiera.
-Si me permite voy a seguir.
-Se lo permito, pero lo voy a estar vigilando. ¿Me pasa el azúcar?
-Un disco en el 2008 ("Siberia"), un videoclip llamativo ("Rusos"),  algunas presentaciones en Montevideo con un cierto suceso, una audiencia ascendente que los reclama, una sonoridad enigmática, algunas apariciones musicalizando una serie de televisión y algunos...
-Disculpe que lo interrumpa. ¿Sabe en qué me quedé pensando? En lo que me dijo antes, que tiendo a entreverar todo. Me molestó, ¿sabe? Lo que para usted es desorden para otro puede ser una trama. Piense en el pensamiento abstracto, por ejemplo.
-¿Del arte abstracto me habla?
-No, no, de la inteligencia abstracta, de la intuición, del viejo y querido Korzybski, de eso le hablo.
-¿Por qué no me habla de su música mejor, en vez de hacerse el intelectual?
-No sea estúpido, se lo pido. La música la escribimos para tocarla, para hablar hable usted de ella. ¿No le parece?
-Podría hacerlo, no tendría ningún problema.
-¿Y? ¿Qué le parece la música de Pilonius Orquesta?
-Algunas canciones me gustan más que otras.
-¿Las escuchó?
-Si, claro, ¿cómo podría sino...?
-No le creo. Le aseguro que no escuchó más que la canción del videoclip.
-No, no, no...
-Y que ni siquiera vino a un concierto. ¿O me equivoco?
-Se equivoca rotundamente, y me insulta.
-Usted es un amarrete, asegura que lo insulto para cumplir su amenaza y no pagarme el café, que es lo que corresponde.
-¿Por quién me toma?
-Óigame, antes de que me caliente en serio. ¿Sabe qué? ¡Métase el café en el culo!
-¡Ah! ¡Claro! ¿Y ahora se va? ¿Ahora que ya se lo tomó?
-¡Rata de caño!
-¡Delincuente!
-La próxima vez me invita con drogas o ni le hablo. 
-¡Minga voy a ir al concierto!
-¡Pichi!

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